El sistema educativo español ha sido objeto de múltiples cambios a lo largo de la historia. En la edad moderna, durante los siglos XVI y XVII, la educación y la cultura era un privilegio que sólo estaba al alcance de la nobleza y estaba exclusivamente a cargo de la Iglesia. Así pues, solo los más adinerados aprendían a leer y escribir.
Durante la Guerra de la Independencia, Manuel José Quintana elaboró el "Informe Quintana", donde se definió la
educación como un instrumento de reforma social y el medio para la evolución y progreso
de la sociedad. Aun así, este informe no llegó a ser ley. A continuación, señalaremos las principales leyes reguladoras de nuestra enseñanza desde mediados del siglo XIX.
LEY DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA (LEY MOYANO, 1857).
Fue
la primera ley de educación en España, hecha por el Ministro de Fomento Claudio Moyano
(Zamora), para intentar resolver el grave problema de analfabetismo. Sus objetivos eran:
üLa enseñanza pública será gratuita para los que
no puedan pagarla.
üGarantizaba la educación obligatoria hasta los 12 años.
üEn los presupuestos del Estado se consignaría una
cantidad destinada a auxiliar a aquellos pueblos que no pueden costear la
instrucción primaria.
üPara ejercer la docencia era necesario haber
obtenido el título correspondiente.
üAl profesorado público se accedía por oposición y
se ascendía por antigüedad.
ü Se establecía la inspección educativa.
La Ley Moyano logró estar vigente durante más de 100 años, aunque fue modificada en repetidas ocasiones.
LEY DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1939) Y LEY DE ENSEÑANZAS MEDIAS (1953)
Durante la II República, se trabajó por el reconocimiento de las diferentes lenguas en el estado y se puso toda la atención en la educación primaria como piedra angular de la educación. Con el Franquismo, entró en vigor la Ley de Instrucción Pública en 1939 y la Ley de Ordenación de las Enseñanzas Medias en 1953, considerando la educación como un derecho de la Familia, la Iglesia y el Estado y marcada por el pensamiento nacional-católico de orientación fascista. Por ello, la educación tenía carácter confesional, patriótico, social, intelectual, físico y profesional, buscando la unificación lingüística de todo el estado y la separación de sexos.
LEY GENERAL DE EDUCACIÓN (LGE), 1970.
En los años setenta, la necesidad de
cambio era evidente y se creó la Ley General de Educación. En esta ley se
incluía, aparte de la educación primaria, secundaria y universitaria, la
educación infantil, la educación especial y la formación profesional. La LGE
consiguió, por primera vez, la escolarización de todos los niños en la
educación obligatoria.
LOGSE (1990), LOCE (2002) Y LOE (2006).
En el año 1990 llegó la LOGSE, Ley
Orgánica General del Sistema Educativo, conocida por el cambio en las etapas
educativas y la ampliación de la educación obligatoria hasta los 16 años.
Después de la LOGSE, se aprobó la LOCE, Ley Orgánica de Calidad de la Educación, en 2002, que
no se llegó a aplicar, y la LOE (Ley Orgánica de Educación) en 2006, con la incorporación de la asignatura
de Educación para la Ciudadanía y las competencias básicas.
LOMCE (2013).
Como se ha podido observar, con casi
cada cambio de gobierno, aparece una nueva ley para transformar la educación. La última de todas ha sido la LOMCE, Ley Orgánica para la Mejora
de la Calidad Educativa (2013), y se ha convertido en la más polémica de todas al proponer los
siguientes cambios:
-Mayor centralización de la
educación: El Ministerio de Educación fija el total de contenidos, los
objetivos y los criterios de evaluación de las materias troncales, decisiones
que hasta el momento pertenecían a las Comunidades Autónomas.
-Evaluación nacional centralizada:
Se establece una evaluación nacional, mediante reválidas, al final de cada
etapa educativa y que sea igual para todos los territorios.
-Asignaturas de carácter opcional:
Las lenguas cooficiales, la educación artística y las segundas lenguas
extranjeras pasan a ser asignaturas de carácter opcional.
-Mayor autonomía de los equipos
directivos: Mayor poder de decisión que les permitirá decidir sobre la
plantilla y la elección del director del centro. El Consejo Escolar, formado por
padres y madres, profesorado, alumnado y otros trabajadores y trabajadoras del centro educativo pierden
capacidad de decisión sobre presupuestos, proyectos y admisión de alumnos.
-Itinerarios flexibles:
Desdoblamiento de la educación obligatoria en 3º de ESO, donde el alumnado
tendrá que decidir si sigue hacia bachillerato o hacia formación profesional.
-Penalizaciones por rendimiento: Se
penalizará a los centros que no cumplan con el rendimiento académico exigido.
-La religión católica gana peso:
Consideración de la religión católica como asignatura con el mismo valor que
las demás asignaturas troncales.
-Aumento de la ratio de las aulas, es decir, más alumnos por clase: Ampliación
de un 10% de la ratio de alumnos por clase.
Independientemente de los cambios
que cada ley propone, que siempre nacen con la voluntad de mejora, cabe
preguntarse ¿cómo impactan todos estos cambios en los centros educativos? y
¿qué implicaciones tienen en el trabajo diario de los docentes y en el proceso
de aprendizaje de los alumnos?
¡QUEREMOS SABER TU OPINIÓN!
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