En los últimos años, ha adquirido relevancia en el panorama nacional el juez de menores Emilio Calatayud, debido a sus sentencias y sus charlas sobre la educación de los jóvenes en la actualidad.
En varias de sus charlas ha reflexionado sobre los vínculos existentes entre los hijos e hijas y sus padres y madres. Según él, cada vez hay un menor respeto de los hijos y las hijas hacia sus progenitores, quienes han ido perdiendo autoridad progresivamente en las últimas décadas. Por ello, Calatayud defiende que los padres y madres de hoy en día han de adoptar un estilo educativo más autoritario y aumentar el control sobre sus hijos e hijas, y que es fundamental que los padres no se comporten como "amigos" de sus hijos/as.
En una entrevista para el periódico El País, se recogen algunas de sus ideas (ver aquí), y aunque tiene ya algún tiempo, nos sirve para reflexionar sobre la situación actual y la evolución de la educación en los últimos años. Veamos un fragmento de la misma, respecto al estilo educativo de los padres y su autoridad:
P. ¿Cómo tratamos a los menores?
R. Los menores son muy buena gente. Pero nos hemos equivocado con ellos. Hemos pasado de un Estado dictatorial a un Estado democrático, y en materia de menores no tenemos término medio. ¡Ni en materia de menores ni en muchas cosas! Nos ha dado miedo poner límites a nuestros hijos, por temor a que pasen lo que nosotros hemos pasado... Han influido también circunstancias que afectan a la familia: la mujer se ha incorporado al trabajo, se ha resentido la familia y los chavales han pagado las consecuencias. Les hemos dado muchos derechos, pero no les hemos trasladado deberes. Hemos perdido el principio de autoridad. ¡Hemos querido ser amigos de nuestros hijos!
R. No, yo soy padre, y punto. Yo no soy ni colega ni amigo de mi hijo.
P. ¿Y qué es ser padre?
R. Amor, autoridad, respeto. Es muy difícil ejercer una paternidad en democracia. Yo no soy un padre democrático, yo no he mamado la democracia, yo la he aprendido; así que mi educación tiene muchos defectos de antiguo. Mi hijo estará más preparado que yo para educar a su hijo en ese término medio entre autoridad, flexibilidad y generosidad... Hemos sido la generación perdida: hemos sido esclavos de nuestros padres y hemos pasado a ser esclavos de nuestros hijos...
P. ¿Es consciente de que estas posiciones pueden ser tachadas de reaccionarias?
R. Muchos piensan lo que pienso yo, pero no lo dicen... A mí me han agradecido muchos chavales a los que he condenado que les haya puesto límites... Cuando castigo a mi hijo me quedo fastidiado, pero es necesario... Y cuando mi padre me daba tortas me decía: "¡A quien le duele es a mí!".
Asimismo, os dejamos el enlace a otra entrevista más reciente, sobre los regalos de reyes y el papel de las recompensas en la educación de los hijos. Ver aquí.
Y TÚ, ¿QUÉ OPINAS AL RESPECTO?
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