Según los sociólogos y antropólogos, la familia es la única institución social que está presente en todas las civilizaciones. Para entender la historia de la familia, es necesario tener en cuenta que se trata de una institución en constante cambio. Según los estudios de Parada Navas, los grupos familiares existen desde la prehistoria. En el paleolítico inferior, el ser humano era nómada y se alimentaba de lo que cazaba
y de la recolección. Descubrió el fuego, vivía en grupos conformando hordas que estaban bajo la primacía de un macho poderoso que expulsaba y hasta mataba a los hijos, mientras se apropiaba de
todas las mujeres. En el paleolítico superior, el ser humano comienza a vivir en cavernas o en tiendas de cuero, fue fundamentalmente
cazador y empezó a dominar el medio que lo rodeaba. Ya por estas fechas, podemos hablar del homo sapiens: el hombre dotado de
conocimientos que comienza a expresar con su arte naturalista, el dominio de la caza, el modo de
protegerse de la naturaleza y el placer por potenciar la reproducción de
las especies. En un determinado momento se abandona la
vida en hordas y se progresa hacia formas de organización
fraterna. De esta forma, se produce un nuevo ordenamiento social y educacional, pues surgen
reglas sociales, fundadoras de la educación, de la moral y del derecho.
En el período del
neolítico, el hombre se hace sedentario y comienza a agrupar las viviendas en espacios cercados, estableciendo lazos vinculados al
trabajo y la defensa común. Aquí podemos situar el punto de partida de
la familia. Son los inicios del patriarcado, en el que el poder del padre de la horda se ve reducido, pero en el
que se le otorga el lugar de jefe de familia.
Según diversos autores, la primera organización familiar fue la comunidad primitiva. La horda es la forma más
simple de la sociedad, son nómadas, no se distingue la paternidad, se
presentan como un grupo muy reducido. Por otra parte, el clan, está formado por un grupo o
comunidad de personas con una vida común en la que tienen relevante
importancia los lazos familiares y la obediencia a un jefe. Esta estructura cambió el modo de vida de aquella época, pues los habitantes se tuvieron que regir por las
condiciones de un jefe. Aparecieron entonces nuevas formas de organización:
La familia consanguínea. Se considera como la primera etapa de la familia, en
la que los grupos conyugales se clasifican por generaciones.
La familia punalúa. Significa un progreso, pues se excluye a los padres y a los hijos de las relaciones sexuales recíprocas. Por razones económicas y prácticas, la familia tuvo que dividirse, por lo que su extensión disminuyó.
La familia sindiásmica. En esta forma familiar, un hombre vive con una
mujer, pero le está permitida la poligamia y la infidelidad. Al mismo tiempo, se exige
la más estricta fidelidad a las mujeres y su adulterio se
castiga cruelmente, casi siempre lapidándola. Este tipo de familia se caracteriza por
el dominio del varón, el sometimiento de la mujer y su relación
protectora de los vástagos.
La familia monogámica. Se fundamenta en el
predominio del hombre, su fin es procrear hijos cuya paternidad
sea indiscutida, y los hijos serán los herederos de las propiedades
del padre. La monogamia facilita el cuidado de los hijos, puesto que
ambos cónyuges comparten los mismos afectos y atenciones hacia
ellos, sin las rivalidades existentes entre los hijos de uniones
distintas. Además, constituye una unidad social más firme y
coherente que ninguna otra. La mujer goza de mayor protección y
tiene una posición de jerarquía y dignidad.
La familia poligámica.
Se da cuando hay una pluralidad de cónyuges. Existen tres formas
teóricas de la poligamia:
a) Matrimonio en grupo, en el que
varios hombres y varias mujeres mantienen relaciones matrimoniales
recíprocas.
b) Poliandria, en la que varios esposos comparten una
sola esposa.
c) Poliginia, cuando una pluralidad de esposas adquiridas, por lo
general en diversas épocas de la vida, comparten un solo
esposo. Esta forma era más común que la
poliandria, y presentaba una causa económica entre los pueblos primitivos, específicamente en los dedicados a la agricultura, en los que la mujer realizaba duras tareas. En esas circunstancias,
cada nueva esposa significaba un factor más para la producción de
riqueza. Además, la nueva esposa no era rechazada por las demás mujeres del
marido polígamo, porque compartía las tareas
comunes y aliviaba al resto de esposas.
La familia matriarcal.
Estaba compuesta por la madre y los hijos, quienes formaban una unidad económica autosuficiente:
la madre proporcionaba los alimentos vegetales y los hijos
los de la caza o pesca, por lo que era fuerte la influencia
femenina en la sociedad. La mujer desempeñaba el principal papel
educativo en el terreno económico, regía la estructura social y
ejercía el poder.
La familia patriarcal. En ella, la autoridad era el padre o el ascendiente varón de
mayor edad. En Roma, la familia patriarcal era la unidad
religiosa, legal, económica y educativa. La familia romana era el
centro de las relaciones domésticas, en ella se integraban la esposa,
los hijos y el paterfamilias, cabeza de todos ellos. El derecho
romano entendía que el paterfamilias se posicionaba
fuera de la familia y por encima de ella. Estaba rígidamente
estructurada, donde el paterfamilias asumía las atribuciones religiosas
como sacerdote del culto de los antepasados, poseía los derechos,
porque era la única persona reconocida por las leyes, y estaba facultado para
poseer los bienes familiares y ser el mecenas de la educación
ciudadana.
En el devenir histórico, la organización social familiar más aceptada ha sido la
monogamia. Así, desde el siglo III d. C. empezó a utilizarse el vocablo familia para significar las relaciones de
sanguinidad existentes entre sus miembros. A finales del siglo V
d. C., los pueblos germánicos aceptaron como legítimos tres modos de
contraer matrimonio: por rapto, por compra y por mutuo consentimiento. El
concubinato era muy frecuente y no se consideraba algo negativo;
también se permitía el divorcio con la posibilidad de volver a casarse,
durante el primer año de matrimonio, y singularmente en el caso de los
varones. Durante los siglos VI al IX, la familia se convierte en un grupo
corresidencial fundamentado en la relación paterno-filial, y no dependiendo ya
de la clase social a la cual se pertenecía. El
divorcio, el concubinato y las relaciones extramatrimoniales se mantuvieron
como realidades sociales, preferentemente en las clases nobles y ricas. En el
siglo XI, con el desarrollo de las universidades en toda Europa, se remodelaron las ideas sobre la familia, el
matrimonio y la sexualidad y su dimensión pedagógica.
Es importante señalar que, a lo largo de la historia, cuando se ha
producido un cambio social e histórico, ha tenido repercusión en la familia. Desde esta
perspectiva, dos han sido los principales movimientos modificadores de la familia:
1. La revolución agrícola, nacida en el neolítico, propició que apareciesen diversas formas de relacionarse marido, mujer e
hijos, además de otros parientes y siervos. Este tipo de familia, llamada “familia preindustrial”, ha
permanecido hasta el siglo XIX.
2. La revolución industrial generó relevantes cambios en la estructura familiar. Hasta entonces, la Europa preindustrial se caracterizaba por la familia tradicional patriarcal, donde trabajaban todos sus miembros o bien, ya que la familia tradicional nunca se circunscribió exclusivamente al ámbito rural, en el trabajo gremial dirigido por los maestros artesanos, a cuyas órdenes estaban oficiales y aprendices en el ámbito urbano. Con la llegada de la industrialización, las familias emigraron del campo a la ciudad, ya que muchas comenzaron a trabajar en fábricas, tanto hombres como mujeres y niños. El hogar dejó de ser un lugar de trabajo, y los obreros comenzaron a considerarlo como un lugar de refugio y descanso.
En síntesis, podemos señalar tres
modelos pedagógicos de familia: tradicional, nuclear y posnuclear, que analizaremos detalladamente en otro post (aquí).
Fuentes:
- Del Campo, S. (1994): "Tipos de familia y modelos de matrimonio", en BFD: Boletín de la Facultad de Derecho,
nº 7. pp. 169-181.
- Parada Navas, J. L. (2010): "La educación familiar en la familia del pasado, presente y futuro", en Educatio Siglo XXI, vol. 28, nº 1. pp. 17-40.
Para más información: consultar el artículo completo de Del Campo o de Parada Navas.
Según los sociólogos y antropólogos, la familia es la única institución social que está presente en todas las civilizaciones. Para entender la historia de la familia, es necesario tener en cuenta que se trata de una institución en constante cambio. Según los estudios de Parada Navas, los grupos familiares existen desde la prehistoria. En el paleolítico inferior, el ser humano era nómada y se alimentaba de lo que cazaba
y de la recolección. Descubrió el fuego, vivía en grupos conformando hordas que estaban bajo la primacía de un macho poderoso que expulsaba y hasta mataba a los hijos, mientras se apropiaba de
todas las mujeres. En el paleolítico superior, el ser humano comienza a vivir en cavernas o en tiendas de cuero, fue fundamentalmente
cazador y empezó a dominar el medio que lo rodeaba. Ya por estas fechas, podemos hablar del homo sapiens: el hombre dotado de
conocimientos que comienza a expresar con su arte naturalista, el dominio de la caza, el modo de
protegerse de la naturaleza y el placer por potenciar la reproducción de
las especies. En un determinado momento se abandona la
vida en hordas y se progresa hacia formas de organización
fraterna. De esta forma, se produce un nuevo ordenamiento social y educacional, pues surgen
reglas sociales, fundadoras de la educación, de la moral y del derecho.
En el devenir histórico, la organización social familiar más aceptada ha sido la
monogamia. Así, desde el siglo III d. C. empezó a utilizarse el vocablo familia para significar las relaciones de
sanguinidad existentes entre sus miembros. A finales del siglo V
d. C., los pueblos germánicos aceptaron como legítimos tres modos de
contraer matrimonio: por rapto, por compra y por mutuo consentimiento. El
concubinato era muy frecuente y no se consideraba algo negativo;
también se permitía el divorcio con la posibilidad de volver a casarse,
durante el primer año de matrimonio, y singularmente en el caso de los
varones. Durante los siglos VI al IX, la familia se convierte en un grupo
corresidencial fundamentado en la relación paterno-filial, y no dependiendo ya
de la clase social a la cual se pertenecía. El
divorcio, el concubinato y las relaciones extramatrimoniales se mantuvieron
como realidades sociales, preferentemente en las clases nobles y ricas. En el
siglo XI, con el desarrollo de las universidades en toda Europa, se remodelaron las ideas sobre la familia, el
matrimonio y la sexualidad y su dimensión pedagógica.
En el período del
neolítico, el hombre se hace sedentario y comienza a agrupar las viviendas en espacios cercados, estableciendo lazos vinculados al
trabajo y la defensa común. Aquí podemos situar el punto de partida de
la familia. Son los inicios del patriarcado, en el que el poder del padre de la horda se ve reducido, pero en el
que se le otorga el lugar de jefe de familia.
Según diversos autores, la primera organización familiar fue la comunidad primitiva. La horda es la forma más
simple de la sociedad, son nómadas, no se distingue la paternidad, se
presentan como un grupo muy reducido. Por otra parte, el clan, está formado por un grupo o
comunidad de personas con una vida común en la que tienen relevante
importancia los lazos familiares y la obediencia a un jefe. Esta estructura cambió el modo de vida de aquella época, pues los habitantes se tuvieron que regir por las
condiciones de un jefe. Aparecieron entonces nuevas formas de organización:
La familia consanguínea. Se considera como la primera etapa de la familia, en la que los grupos conyugales se clasifican por generaciones.
La familia consanguínea. Se considera como la primera etapa de la familia, en la que los grupos conyugales se clasifican por generaciones.
La familia punalúa. Significa un progreso, pues se excluye a los padres y a los hijos de las relaciones sexuales recíprocas. Por razones económicas y prácticas, la familia tuvo que dividirse, por lo que su extensión disminuyó.
La familia sindiásmica. En esta forma familiar, un hombre vive con una
mujer, pero le está permitida la poligamia y la infidelidad. Al mismo tiempo, se exige
la más estricta fidelidad a las mujeres y su adulterio se
castiga cruelmente, casi siempre lapidándola. Este tipo de familia se caracteriza por
el dominio del varón, el sometimiento de la mujer y su relación
protectora de los vástagos.
La familia monogámica. Se fundamenta en el
predominio del hombre, su fin es procrear hijos cuya paternidad
sea indiscutida, y los hijos serán los herederos de las propiedades
del padre. La monogamia facilita el cuidado de los hijos, puesto que
ambos cónyuges comparten los mismos afectos y atenciones hacia
ellos, sin las rivalidades existentes entre los hijos de uniones
distintas. Además, constituye una unidad social más firme y
coherente que ninguna otra. La mujer goza de mayor protección y
tiene una posición de jerarquía y dignidad.
La familia poligámica.
Se da cuando hay una pluralidad de cónyuges. Existen tres formas
teóricas de la poligamia:
a) Matrimonio en grupo, en el que
varios hombres y varias mujeres mantienen relaciones matrimoniales
recíprocas.
b) Poliandria, en la que varios esposos comparten una
sola esposa.
c) Poliginia, cuando una pluralidad de esposas adquiridas, por lo
general en diversas épocas de la vida, comparten un solo
esposo. Esta forma era más común que la
poliandria, y presentaba una causa económica entre los pueblos primitivos, específicamente en los dedicados a la agricultura, en los que la mujer realizaba duras tareas. En esas circunstancias,
cada nueva esposa significaba un factor más para la producción de
riqueza. Además, la nueva esposa no era rechazada por las demás mujeres del
marido polígamo, porque compartía las tareas
comunes y aliviaba al resto de esposas.
La familia matriarcal.
Estaba compuesta por la madre y los hijos, quienes formaban una unidad económica autosuficiente:
la madre proporcionaba los alimentos vegetales y los hijos
los de la caza o pesca, por lo que era fuerte la influencia
femenina en la sociedad. La mujer desempeñaba el principal papel
educativo en el terreno económico, regía la estructura social y
ejercía el poder.
La familia patriarcal. En ella, la autoridad era el padre o el ascendiente varón de
mayor edad. En Roma, la familia patriarcal era la unidad
religiosa, legal, económica y educativa. La familia romana era el
centro de las relaciones domésticas, en ella se integraban la esposa,
los hijos y el paterfamilias, cabeza de todos ellos. El derecho
romano entendía que el paterfamilias se posicionaba
fuera de la familia y por encima de ella. Estaba rígidamente
estructurada, donde el paterfamilias asumía las atribuciones religiosas
como sacerdote del culto de los antepasados, poseía los derechos,
porque era la única persona reconocida por las leyes, y estaba facultado para
poseer los bienes familiares y ser el mecenas de la educación
ciudadana.
Es importante señalar que, a lo largo de la historia, cuando se ha
producido un cambio social e histórico, ha tenido repercusión en la familia. Desde esta
perspectiva, dos han sido los principales movimientos modificadores de la familia:
1. La revolución agrícola, nacida en el neolítico, propició que apareciesen diversas formas de relacionarse marido, mujer e
hijos, además de otros parientes y siervos. Este tipo de familia, llamada “familia preindustrial”, ha
permanecido hasta el siglo XIX.
2. La revolución industrial generó relevantes cambios en la estructura familiar. Hasta entonces, la Europa preindustrial se caracterizaba por la familia tradicional patriarcal, donde trabajaban todos sus miembros o bien, ya que la familia tradicional nunca se circunscribió exclusivamente al ámbito rural, en el trabajo gremial dirigido por los maestros artesanos, a cuyas órdenes estaban oficiales y aprendices en el ámbito urbano. Con la llegada de la industrialización, las familias emigraron del campo a la ciudad, ya que muchas comenzaron a trabajar en fábricas, tanto hombres como mujeres y niños. El hogar dejó de ser un lugar de trabajo, y los obreros comenzaron a considerarlo como un lugar de refugio y descanso.
2. La revolución industrial generó relevantes cambios en la estructura familiar. Hasta entonces, la Europa preindustrial se caracterizaba por la familia tradicional patriarcal, donde trabajaban todos sus miembros o bien, ya que la familia tradicional nunca se circunscribió exclusivamente al ámbito rural, en el trabajo gremial dirigido por los maestros artesanos, a cuyas órdenes estaban oficiales y aprendices en el ámbito urbano. Con la llegada de la industrialización, las familias emigraron del campo a la ciudad, ya que muchas comenzaron a trabajar en fábricas, tanto hombres como mujeres y niños. El hogar dejó de ser un lugar de trabajo, y los obreros comenzaron a considerarlo como un lugar de refugio y descanso.
En síntesis, podemos señalar tres
modelos pedagógicos de familia: tradicional, nuclear y posnuclear, que analizaremos detalladamente en otro post (aquí).
Fuentes:
- Del Campo, S. (1994): "Tipos de familia y modelos de matrimonio", en BFD: Boletín de la Facultad de Derecho,
nº 7. pp. 169-181.
- Parada Navas, J. L. (2010): "La educación familiar en la familia del pasado, presente y futuro", en Educatio Siglo XXI, vol. 28, nº 1. pp. 17-40.
Para más información: consultar el artículo completo de Del Campo o de Parada Navas.
no me sirvií
ResponderEliminar