viernes, 8 de diciembre de 2017

POLÍTICAS PÚBLICAS DE APOYO A LA FUNCIÓN EDUCADORA DE LA FAMILIA: EL CHEQUE ESCOLAR

A continuación presentamos las principales políticas que permiten el desempeño de la función educadora de las familias:

Políticas públicas de renta y distribución de renta
-Políticas que favorecen el empleo.
-Rentas mínimas.
-Ayudas a familias monoparentales y numerosas.
-Ayudas por hijo a cargo.
-Subsidios de maternidad.
Políticas públicas de regulación de la actividad compartida
-Garantía de la libertad de elección de centro: cheque escolar y otras fórmulas de provisión pública.
-Ayudas por hijo a cargo de educación.
Políticas públicas de garantía de tiempo
-Permisos parentales (maternidad, paternidad).
-Regulación de horario laboral.
-Regulación de horarios escolares.

Fuente: Álvarez Vélez, M. I. y Berástegui Pedro-viejo, A. (2006): Educación y familia: la educación familiar en un mundo en cambio. Ed. Comillas, Madrid. p. 30.

Si analizásemos el conjunto de ayudas a las familias en los distintos países de la OCDE, comprobaríamos que España se encuentra a la cola, siendo uno de los países que menos porcentaje de su PIB dedica a ayudas a la educación.

Para la recepción de las ayudas, algunos países exigen que se pruebe que no se tienen rentas suficientes, es decir, lo que se denomina "exigencia de prueba de medios", mientras que en otras ocasiones no se exige ningún tipo de prueba y las ayudas se entregan independientemente del nivel de renta de los perceptores. España es el país de la Unión Europea en el que más peso tienen las ayudas con prueba de medios.

De todas las políticas y ayudas anteriores, vamos a centrarnos en el cheque escolar. Éste consiste en la entrega de una cantidad monetaria a las familias, que les permite entrar en las escuelas de enseñanza pública o privada, según elijan. En otras palabras, las familias reciben del Estado una especie de "vale", que contiene el dinero necesario para la escolarización de su hijo/a. Los padres entregan ese "vale" en la escuela que libremente escojan para canjearlo.

Las propuestas e intentos de creación del cheque escolar nacieron de la búsqueda de un sistema de financiación que, manteniendo la igualdad de oportunidades, garantizase la libre elección de centro y la competencia. Existen numerosos argumentos a favor y en contra de esta medida.

Argumentos a favor

En nuestro país existen varias corrientes que defienden los cheques o bonos escolares, y para ello se apoyan fundamentalmente en dos aspectos: permite a los padres elegir el centro al que quieren que vayan sus hijos y facilita la competencia elevando la calidad de los centros. Ningún colegio ni instituto puede ‘relajarse’ en la lucha por conseguir más matrículas, hecho que también motiva a los docentes para conseguir mejores resultados en los exámenes externos (como las reválidas o las pruebas CDI). Se desecha la idea de que el Estado sea quien garantice la Educación: ganará quien resulte más económicamente rentable.

Algunos argumentan también que elimina la segregación racial y económica, al prescindir del método de residencia en la asignación de la escuela. La libertad de elección permite que los padres escojan de entre todas las opciones a su alcance, otorgándose así a los centros mayor autonomía para diseñar sus propios proyectos educativos, enfocados a resultar atractivos para las familias. 

Muchos también defienden que el cheque escolar es una medida con la que el Estado se ahorra gran parte del dinero que invierte en Educación, optimizando costes y cediendo protagonismo a la empresa privada.

Por último, se considera que garantiza la libertad religiosa, al posibilitar la creación de centros específicos -siempre sujetos a la demanda-, y también ayuda a resolver el problema lingüístico, pues las decisiones de los políticos sobre el uso de idiomas en clase no son vinculantes y tendrían que plegarse al movimiento de los mercados.



Argumentos en contra

Los inconvenientes de los cheques vienen de la mano de las restricciones presupuestarias. Existen diversas modalidades de cheques en función de la cobertura de costes de escolarización que cubra: total de la enseñanza o no, transporte, comedor... Obviamente, cuanto menor sea la cobertura, mayor será la dificultad para que los que menos medios económicos tengan puedan elegir centro.

Lo definitorio del bono escolar es que el usuario del servicio decide con su elección a qué colegio irá el subsidio. Pero el dinero de los impuestos sigue estando sometido a los condicionamientos habituales. Partiendo de que el Estado detenta la representación de la voluntad general (bajo los mecanismos democráticos o no que estén en vigor), la concesión de fondos se aplica bajo la premisa ideológica de establecer los fines del servicio público en cuestión. En el caso de los colegios, éstos, a cambio de ser sostenidos, deben seguir la orientación pedagógica que marque el estado: qué contenidos enseñar, cómo enseñar y cuáles han de ser los resultados de la enseñanza.

Por otra parte, el bono puede provocar el cierre de unos colegios (los de zonas de escasa población, por ejemplo) y la ampliación de las instalaciones de otros; dando lugar así al cierre de unas aulas y la infrautilización de otras. El resultado de las elecciones de los padres puede acabar divergiendo respecto de la actual distribución zonal de los colegios que se considera, por imposición administrativa, eficiente y satisfactoria. Así pues, el cheque puede hacer variar las dimensiones de los colegios y acabar desajustando todo el sistema. 



Y TÚ, ¿ESTÁS A FAVOR O EN CONTRA DEL CHEQUE ESCOLAR?


Fuentes:
- Álvarez Vélez, M. I. y Berástegui Pedro-viejo, A. (2006): Educación y familia: la educación familiar en un mundo en cambio. Ed. Comillas, Madrid.

Otros enlaces de consulta para la reflexión:
Cheque escolar: calidad y libertad en educación.




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